TRADUCIR LO INTRADUCIBLE
Finnegans Wakes, la novela “intraducible” de James Joyce.
Esta novela narra la historia de Finnegan, un albañil que se cae de un andamio y resucita gracias a unas gotas de whisky, reencarnándose en el personaje central de la obra, Earwicker.
Si este pequeño argumento ya parece enrevesado… la novela lo es mucho más. Su argumento supone un viaje onírico a través de numerosos personajes que cambian de nombre una trama esférica y con un devenir cíclico de la Historia.
El propio James Joyce tardó 17 años en escribirla comenzando justo después de terminar Ulises y fue publicada dos años antes de morir en 1941, afirmando que los críticos estarían entretenidos durante 200 años con su última obra.
Si leerla es complicada, traducirla lo es aún más.
Pero, ¿qué caracteriza a esta novela para hacerla tan densa en todos los aspectos?
El libro cuenta con 628 páginas con el inglés como idioma base, pero “aderezado” con otras sesenta o setenta lenguas (¡nada más y nada menos!): desde las más extendidas como el francés, el castellano o el chino hasta idiomas artificiales como el esperanto y el volapuk; o casi secretos, como el bearlagair na saer (una antigua jerga de los masones irlandeses).
Esto da como resultado casi un idioma nuevo cargado de neologismos, vocablos distorsionados y términos híbridos de varios idiomas. Además, la trama no está estructurada en un sentido convencional de introducción – nudo – desenlace, sino que parece una “concepción esférica” en la que todos los elementos son a su vez principio y fin de la estructura: los personajes cambian de nombre, aparecen y desaparecen como si se tratase de un sueño. De hecho, muchos afirman que es una novela onírica.
Toda esta complejidad hace que haya habido múltiples intentos “fallidos” de traducir esta obra pero, gracias a un apasionado traductor amateur argentino, Marcelo Zabaloy, de 59 años, que ha conseguido traducir una versión completa en castellano de esta obra inclasificable, oscura y compleja de Joyce de la mano de la prestigiosa editorial independiente El Cuenco de Plata, han conseguido publicar en Argentina la primera versión íntegra en castellano de esta novela.