TRANSCREACIÓN: la traducción de las emociones
Traducir no consiste en tomar palabras de un idioma y pasarlas a otro. Requiere captar los conceptos ocultos en las palabras del texto original, entenderlas en su totalidad y contexto, y devolverlas transformadas, asegurándose de que hagan referencia a lo mismo, obteniendo así la mejor versión posible.
Muchos traductores se valen de la transcreación para adaptar textos y así acercarlos a sus lectores pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de transcreación?
Es una palabra que proviene de la fusión de “traducción” y “creación”, un servicio cada vez más extendido en el mundo de la publicidad y el marketing. Se usa para denominar el trabajo de adaptación de una traducción a un lenguaje comercial teniendo en cuenta los factores culturales para que el mensaje que se presenta en el texto traducido produzca la misma reacción en sus lectores que el de origen.
¿Qué diferencia la transcreación de la traducción?
La transcreación es una traducción creativa. El factor indispensable que diferencia estos conceptos es que la primera, además de traducir ideas y conceptos, tiene en cuenta los sentimientos y las reacciones.
Cuando hablamos de transcrear es tan importante saber traducir como aplicar la creatividad. Esta última forma parte de un proceso de traducción de textos, poesía, videojuegos y formatos audiovisuales.
En un mundo tan globalizado, este tipo de traducción es cada vez más relevante a la hora de adaptar las traducciones de los diferentes productos no solo a una lengua distinta sino también a una cultura diferente.
Para llevar a cabo esta práctica es imprescindible que el profesional comprenda la esencia del mensaje que quiere transmitir y tenga en cuenta el público al que va dirigido. De no ser así, se puede llegar a perder por completo el sentido de lo que se pretende comunicar. Hay numerosos ejemplos en el ámbito del cine y la publicidad.
En el caso de la publicidad, uno de ellos es el de Leroy Merlín que podemos ver a continuación, en el cual el eslogan se adaptó en función del idioma, intentando mantener la esencia del mensaje en cada caso.
Otro ejemplo es el famoso eslogan de Coca-Cola “Siente el sabor”, siendo el original “Taste the feeling”, cuya traducción ha sido modificada para que su adaptación genere en el público español una sensación similar a la que se ha producido en el idioma extranjero del que proviene.
Por lo que respecta al ámbito del cine, muchas películas modifican el título con el fin de llamar la atención de la audiencia y hacer que este tenga sentido y no lo pierda al transformarse de un idioma a otro.
En definitiva, la transcreación va más allá de trasladar un mensaje a otro idioma. Te permite llegar a un público nuevo y objetivo. Además, causa en él el efecto deseado. Aparte de ser una traducción en la que la creatividad juega un papel fundamental, influyen aspectos como los sentimientos, sin los cuales el resultado no sería el mismo.